Tengo muchos sueños, uno cada vez más alocado que el otro, pero al fin y al cabo, solo son sueños, ¿no?
En los sueños es el único lugar donde puedo volar sobre los árboles, o nadar en un mar naranja.
Es en el único lugar donde puedo ser un ser azul y medir cinco metros, y aun así pasar desapercibida. O ser normal y corriente, y ser la persona más conocida y buscada del mundo.
También puedo ser una mariposa, volando de flor en flor, buscando tu esencia, para encontrarte al final de mi búsqueda y posarme suavemente en tus labios.
Otra cosa que puedo ser es una sirena, nadando por los mares, buscando esa piedra ignota del mismo verde de tus ojos, para después obsequiártela y que cada vez que la mires pienses en mi.
Pero solo hay un sueño que lo he soñado tantas veces que ya no necesito dormir para sentirlo: es aquel en el que tu estas conmigo todo el tiempo, y donde me quieres demasiado como para dejarme ir. En donde me tomas de la mano y no me la sueltas por miedo a que me valla, o donde me abrazas tan fuerte que puedo sentir tu corazón a través del mio.
Pero alguien muy sabio dijo una vez: no importa lo que pase, nunca, pero nunca nunca, dejes de soñar. No sueñes tu vida, vive tus sueños.
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